miércoles, 20 de agosto de 2008

La solución al problema del vino tinto

La cantidad de vino que al final quedo en la jarran fue igual a la cantidad de agua que termino quedando en la botella.
Supongamos que la botella contiene un litro de vino, la jarra un litro de agua y el vaso un cuarto de litro. Luego de la primera manipulación, la botella contiene tres cuartas partes de litro de vino, y la jarra un litro de agua mezclada con un cuarto litro de vino.
Ahora la segunda transacción consiste en tomar un quinto del contenido de la jarra, es decir, un quinto de un litro de agua mezclado con un quinto de una cuarta parte de litro de vino.
Por lo tanto dejamos en la jarra cuatro quintos de una cuarta parte de litro de vino, es decir, un quinto de litro, mientras transferimos de la jarra a la botella una cantidad igual (un quinto de litro) de agua.
Por lo tanto, tenemos que las cantidades de una y otra mezcla serán iguales. Esta respuesta no varia aunque la botella y la jarra contengan cantidades distintas de liquido, y tanto si la mezcla es agitada como si no. Podemos además trasladar tantas gotas de uno a otro, y de los tamaños que queramos, tantas veces como queramos. La única condición que hay que respetar es que al final cada vaso contenga la misma cantidad de líquido que al empezar. Del vaso de vino, pongamos por caso, faltara cierta cantidad de vino. ¡El volumen que ocupa este vino estará perfectamente relleno por el agua que ha recibido!
Este problema es un maravilloso ejemplo de problema resoluble por métodos algebraicos fastidiosos, pero que cede prontamente ante un razonamiento lógico sencillo, si se tiene la adecuada comprensión de los datos.

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